Posted On 12/09/2013 By In Reportajes With 3207 Views

¿Tauromaquia 3.0? Que mierda es esto

Ya viene, ta está aquí.

Ya está aquí, ya llegó, a la vista de todos y sin miedo a nadie, esta mierda de tauromaquia que nos van a hacer comer y que deglutiremos sin arcadas al efecto, campa a sus anchas por todas, las plazas de España y digo TODAS sin miedo a confundirme y si no tiempo al tiempo.

La hoja de ruta es esta: “Desde que la sociedad humanizó a su mascota… y ya me jode tener que poner esto, pero deben leerlo previamente para entender lo que hoy quiero contarles.

¿Tauromaquia 3.0 empieza el 1 de Septiembre de 2013 en Mérida? Pues no, esto viene muy de lejos  y allá por el 1966 ya nos hacían estas reflexiones los que de esto sabían algo: “Si daña la fiesta de los toros la insinceridad, no la daña menos el conformismo. Llamaremos conformismo a esa falta de interés por que las cosas se hagan bien; esa aceptación de hechos consumados, sin reacciones que obliguen a la enmienda; a esa entrega dócil al abuso y al engaño; a la renuncia fiscal que se observa en sectores que pueden ser decisivos

(¿Qué es torear? Gregorio Corrochano)

De esos orígenes parten la tauromaquia 3.0 que ya vive con nosotros y poco a poco se nos hace ver como una aceptación de hechos consumados, ¿Para qué sirve el primer tercio? fuera con él…¡vaya si se lo están cargando!, eso sí, con la connivencia y confabulación de cada uno de los estamentos de toro, empezando por nosotros, el soberano público que paga y nos entregamos dóciles al abuso y al engaño, pasando por el “EmpreGanaApoderado” (Empresario, Ganadero y Apoderado) que se la trae floja y al pairo todo mientras el puto puñado de dólares caiga en su corrupto bolsillo y acabando por esas “Pseudo figurillas del tres al cuarto” que intentan, o eso parece tarde tras tarde, emular a no sé quién del pasado, porque parecerse no se parecen a nadie.

No nos salvamos nadie, todos somos culpables y lo que es peor, creo y espero no tener razón, ya no hay vuelta a atrás.

Nosotros por no hacer absolutamente nada en las plazas cuando tenemos la grandiosa potestad  y obligación de fiscalizar que la lidia sea íntegra y no comulgar con ruedas de molino. ¿Qué cara se nos quedará si por causa de no estar vigilantes esto se acaba en nuestra época?

Estos grandes magnates de la cosa del toro, Empresas, Revistas palmeras, portales corruptos que esconden las verdades del barquero, a estos, esta Tauromaquia es la que les gusta, mejor dicho, es la que mejor controlan y baila sus aguas. “Yo te doy cremita, tú me das cremita”.

Esos toreros sin vergüenza que pululan por esas plazas con sus toritos debajo del brazo realizando esa lidia lesionada, mutilada, tullida, baldada, herida que realizan sin miedo a ruborizarse y sin vergüenza a lo que de ellos se piense cuando solo torean el medio toro, me gustaría saber que piensan de los compañeros que torean mayoritariamente esas ganaderías  llamadas “duras”.

Y por último el ganadero a ese hombre de campo que seguro le asalta la duda día tras día de desvirtuar la ganadería, que sus ancestros le dejaron para que la tuviese a buen recaudo, por el simple hecho de que a los mangantes anteriormente nombrados, no les sale de los cojones torear sus encastes y todos los demás se lo permitimos. A esos hombres nada más les puedo repetir lo que Gregorio Corrochano nos decía a todos en el 66: “Tenemos la obligación de conservar y proteger a ese maravilloso animal, único en su especie, que es el toro de lidia. Sin toros, ¿para qué queremos a los toreros? Si perdemos el toro, perderemos el torero, que es un hombre también maravilloso a su modo”.

Pues eso amigos, que yo pienso que no hay remedio y se nos caerá la cara de vergüenza y sobre nuestros lomos recaerá  el estigma  de que se diga en los tratados de historia tauromáquica que: “allá por los años 13 y sucesivos gracias a un tal Villasuso y auspiciado por una ingente camarilla de sabios del tema  y torerillos figurones del toreo, el noble arte de torear toros se convirtió en todo un espectáculo el cual se desarrolla ya y sin tiempo no era, sin derramar toda esa sangre que inútilmente se vertía por las arenas de nuestras plazas. Este espectáculo ha sabido acomodarse a estos tiempos donde el animal es amigo y….bla.bla,bla”.

No tendré palabras para explicar esto a mis hijas, le enseñaré este artículo y que ellas decidan. Lo dicho: “Desde que la sociedad humanizó a su mascota…

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