En el quiebro el torero aguanta a pie firme sin moverse, mientras que el toro carga contra él en línea recta. Cuando el toro está a un metro o metro y medio del torero, este hace cambiar la trayectoria del astado sacando un pie, que vuelve a su posición original cuando el toro ya ha cambiado su trayectoria. Entonces pasa muy cerca del torero y clava el par.