Juan Belmonte, 100 años de alternativa
Relatos sobre las anécdotas que se recogen en el libro «Juan Belmonte, matador de toros» del autor Manuel Chaves Nogales.
La familia se vuelve a cambiar de domicilio y se van a vivir a Triana a la Calle Castilla, Belmonte se queda sin madre y pasa a ayudar a su padre con una pequeña tienda que tenían en el mercado de Triana, tiene entre 8 y 10 años y ya aprende, prematuramente, a torear la vida trabajando como un hombre y viviendo como un hombre en los cafés y billares de Sierpes con su padre.
La Plaza del Altozano será su primera plaza de toros, en ella los mozos juegan al toro, pero su gran obsesión acorde a su edad y la etapa de máxima fantasía, será, por influencia de unos amigos de juegos obsesionados con la literatura de aventuras, la lectura y por derivación la caza de leones en pleno Triana y por no encontrar muchos por la zona deciden partir hacia África en busca de los fieros leones, en este viaje, que en realidad solo dura unos dias, descubre el mar y la realidad del mundo y que este no es lo que pensaba, la etapa fantasiosa da por terminada.
«Me divertía toreando,lo toreaba todo: perros, sillas, coches, ciclistas, curas y hasta el lucero del alba», así se ganó su primer sueldo como torero; toreando a un amigo, varios señores lo miraban, uno de ellos lo llamó y dándole un duro le vaticinó que sería torero. Así fue.
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